lunes, 2 de noviembre de 2009

La Palabra del Domingo: "Nosotros hacemos consistir LA SANTIDAD en estar siempre alegres”


La Palabra del Domingo: "Nosotros hacemos consistir LA SANTIDAD en estar siempre alegres”

DOMINGO Fiesta de Todos los Santos (01 Noviembre 2009)

Para ambientarnos en los tiempos de la Palabra

(Para el animador del momento)


Muchas veces la palabra “santo” produce en nosotros reacciones contradictorias, extrañas o de indiferencia porque rápidamente pensamos en los santos de los altares, en los hombres y mujeres que son “homenajeados en Roma”, o simplemente porque no entendemos bien qué quiere decir eso de ser santo/a.

Caminemos un poco hacia los comienzos de la Iglesia. Más precisamente, en las primeras comunidades, a todos los cristianos se les llamaba santos porque intentaban vivir con fidelidad al Señor Jesús. Pero a medida que las comunidades cristianas iban creciendo en número, los creyentes comenzaron a “admirar” a algunos que vivían con más intensidad, con más profundidad, con más compromiso. Y esos creyentes, para las comunidades cristianas, eran ejemplo de vida, modelos a seguir. Y se les comenzó a llamar santos porque sus vidas eran reflejo de la bondad y de la santidad de Dios.

La celebración de la fiesta de todos los santos no se queda solo en la celebración de la vida de unos cristianos sino en la revelación del proyecto de Dios y en el camino de respuesta humana. Es aquí donde encontramos la llamada de todos, el ideal hacia el cual nos encaminamos como discípulos y la realización de la misión que nos llama a donarnos en el amor.

La santidad que es solo de Dios se vuelve don y compromiso, llamada a ser constructores de un camino de amor que es camino de fraternidad.


DIOS NOS HABLA
De la Buena Nueva de San Mateo 4, 25 – 5, 12

Seguían a Jesús grandes multitudes, que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.

Al ver la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a El.

Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:

«Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los afligidos, porque serán consolados.

Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.

Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.

Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.

Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.

Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.

Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo;

de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron».

Palabra de Dios


Charlemos sobre la Palabra

En el Sermón de la Montaña Jesús es el Maestro que enseña a todos con el ejemplo de su vida y con sus palabras a vivir como Hijos de Dios y nos comunica las promesas del Padre.
Sus palabras son un programa de vida y una síntesis del Evangelio. Por eso la Iglesia, cuando recuerda a los santos del cielo, alude al programa que en vida cumplieron
Los que vivieron como Jesús, son los que merecieron llegar a la salvación y gozan de Dios eternamente. Viviendo como Él vivió, los que quieran ser sus discípulos aprenderán de él a vivir como Hijos de Dios.

Si sos seguidor del Blog Entre mate y mate…recordarás que para el pueblo hebreo cuando alguien tomaba la postura de “sentarse y comenzar a enseñar” era una actitud rabínica…de VERDADERA DOCENCIA.

Y para variar Jesús aquí NOS COMPARTE UNA VERDADERA LECCIÓN DE VIDA…LAS BIENAVENTURANZAS

1)- ¿Cuál de ellas te sorprende más? (por lo arriesgada, por la originalidad, por el mensaje, por el desafío que propone).

2)- Les propongo (si están en grupo) que nuevamente uno lea la Palabra, muy, muy lentamente, especialmente cada BIENAVENTURANZA (el resto con los ojos cerrados va escuchando). Y lo importante es que a medida que el lector vaya proclamando cada una, dejará un espacio de silencio para que vayamos colocándole rostros al “FELICES USTEDES…”. Pensaremos en quienes son los afligidos, los pacientes, los que tienen hambre sed de justicia, y así con cada proclama.

La Palabra y nuestra vida. Compartir la riqueza de lo que la Palabra nos deja profundamente:

SER SANTOS ES ABRAZAR LA REALIDAD CON EL CORAZÓN DE JESÚS
Los santos no huyeron del sufrimiento y las contrariedades de la vida; proyectaron sobre ellas la fuerza de un amor que tiene su origen en Dios. De Santo Domingo de Guzmán se dice que vendió sus libros para socorrer a los necesitados. Los santos nos enseñan que el cuidado del prójimo es camino de plenitud. De San Francisco de Asís se cuenta que besaba a los leprosos. Los santos nos enseñan a mirar el sufrimiento de frente. De San Ignacio de Loyola se recuerda que siempre abrazaba a los pobres. Los santos nos enseñan a abrazar la realidad.
AHORA VIENE NUESTRO TURNO, NUESTRO CORAZONCITO SALESIANO…

Empecemos a reconocer en nuestros queridos “santos salesianos” la REALIDAD QUE NOS ENSEÑERON A ABRAZAR CON EL CORAZÓN DE JESÚS…

Don Bosco abrazando al niño que se sentía enfermo del cuerpo o del alma…, abrazando al muchacho que no tenía escuela o futuro y le proponía una vida plena.

Maín Mazzarello abrazando la vida campesina y la falta de oportunidad de estudiar para desafiarse a aprender a leer y escribir para ayudar a las niñas.

Domingo Savio abrazando la alegría auténtica de ser joven HACIENDO BIEN LAS COSAS DE CADA DÍA…

Bueno, ahora a seguir ustedes…TENEMOS UNA HISTORIA TAN RICA DE FAMILIA SALESIANA que no nos cansemos de contarnos COMO NUESTROS “SANTOS” Y “SANTAS” ABRAZARON LA REALIDAD CON EL CORAZÓN DEL BUEN PASTOR Y NOS LO ENSEÑARON.


Con La Palabra dialogamos con el Señor

Nuestro querido Rector Mayor Pascual Chávez Villanueva nos comparte esta oración, que la podemos hacer nuestra

Te bendigo, Señor, por los hermanos y los miembros de la Familia Salesiana que siguen creyendo en ti y se abren a la escucha de tu Palabra y a la acción de tu Espíritu. Son un signo de tu amor por los jóvenes, especialmente por los que tienen más necesidad de experimentar tu cercanía, tu preocupación por ellos, tu deseo de que sean felices. Te alabo por las vocaciones que sigues sembrando en el campo del mundo, por las familias que las cuidan y por las comunidades que las hacen crecer.

Te doy gracias, Padre, porque nos permites vivir en esta hora estimulante y desafiadora de la historia y porque nos invitas a lanzarnos al mar abierto y a echar las redes. Querría que cuantos escuchan esta llamada sintieran un vivo agradecimiento por continuar creyendo en nosotros y por contar con nosotros, y que recuperaran la fe, la esperanza y el valor para aventurarse en el mar abierto de la realidad juvenil con profundidad de vida.

Shalom en el Dios de la Vida.

Sergio V.

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